Un día, en un salón de clases, la maestra iba a explicar la teoría de la evolución a los niños. Así que le preguntó a uno de los estudiantes:
-Tomás, ¿ves los árboles afuera?
-Sí-, contestó en niño.
La maestra volvió a preguntar: -¿Ves la grama? A lo que el niño contestó: Sí.
Entonces, envió a Tomás a fuera y le dijo que mirara hacia arriba para ver si veía el cielo. Tomás entró y dijo: Sí, maestra, vi el cielo.
Ella le preguntó: ¿Viste a Dios?
El niño contestó que no. La maestra, mirando a los demás niños del salón, dijo con voz muy clara: -A eso es a lo que me refiero. Tomás no pudo ver a Dios porque no está allí. Sencillamente porque Dios no existe.
En esos momentos Carlitos se levantó y pidió permiso a la maestra para hacerle unas preguntas a Tomás. Esta Bien dijo la maestra.
-Tomás, ¿ves la grama allá afuera?
-Sí-, contestó.
-¿Ves los árboles?
-Síiiii, dijo el niño.
-¿Ves el cielo?, volvió a preguntar.
-Sí.
-¿Ves el cerebro de la maestra?
-No-, dijo Tomás.
Carlitos, dirigiéndose a todos sus compañeros dijo:
-Niños, entonces, de acuerdo a lo que hemos aprendido hoy, como no podemos ver el cerebro de nuestra maestra, entonces concluimos que la maestra no tiene cerebro. Mucha gente trata de decir y demostrar que Dios no existe pero basta con ver la hermosura de la creación, con ver la formación de un nuevo ser y de su nacimiento, el milagro de la vida nos muestra que hay un Dios todopoderoso creador del cielo y la tierra y de nosotros que gobierna este mundo en su soberanía y que tu puedes sentirlo y vivir una vida llena de Él si le aceptas en tu corazón.
7.20.2007
Mira al Cielo
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