11.24.2007

Terremoto


En 1989, un terremoto de 8.2 grados por poco acaba con toda Armenia, pero sí mató a más de 30 mil personas en menos de cuatro minutos.

En medio de esa devastación y caos totales, un padre desesperado dejó a su esposa segura en casa y se precipitó a la escuela donde debía estar su hijo, solo para descubrir que el edificio estaba completamente derruido.
Después del impacto traumático inicial, recordó la promesa que le había hecho a su hijo:
"PASE LO QUE PASE SIEMPRE ESTARÉ CONTIGO."

Y sus ojos empezaron a llenarse de lagrimas. Mientras miraba la pila de escombros que alguna vez había sido la escuela, parecía no haber esperanza, pero no dejó de pensar en el compromiso con su hijo. Comenzó a concentrarse en el lugar de la escuela al que caminaba su hijo a clases cada mañana. Recordó que el salón de su hijo estaría en la esquina derecha del fondo del edificio, se precipitó hacia allá y comenzó a excavar entre el cascajo.

Mientras excavaba, otros padres desesperados llegaron con la mano sobre el corazón y diciendo: '¡Mi hijo!', '¡Mi hija!' Otros padres bien intencionados trataron de apartarlo de lo que quedaba de la escuela y le decían:

"¡Es demasiado tarde!", "¡Están muertos!" ,"¡No puedes ayudar!", "¡Vete a casa!", "¡Vamos, afronta la realidad, no hay nada que puedas hacer!", "¡Así solo vas a empeorar las cosas!"

A cada uno de los padres le respondía con una frase: "¿AHORA ME VAS A AYUDAR?"

Y procedía a excavar en busca de su hijo, piedra por piedra. El jefe del cuerpo de bomberos, la policía, todos trataron de persuadirlo para que dejara todo, dándole un sinfín de explicaciones, pero este padre amoroso y protector solo los escuchaba y les contestaba: "¿AHORA ME VAS A AYUDAR?"

Nadie ayudó. Valientemente siguió trabajando el solo, porque necesitaba saber por si mismo si su hijo estaba vivo o muerto. Excavo durante 8 horas... 12 horas... 24 horas... 36 horas... Y casi a las 38 horas de hacerlo, extrajo una loza y escuchó la voz de su hijo.

Con el corazón a punto de estallarle gritó su nombre: "¡ARMANDO!"
Y escuchó una voz de vuelta:"¡¿PAPA?!

¡Soy yo Papá! Les dije a los otros niños que no se preocuparan, les dije que si tu estabas vivo me salvarías y que cuando tu me salvaras, ellos estarían salvados. Tu me lo prometiste: 'Pase lo que pase, siempre estaré contigo.' ¡Lo hiciste Papá!"

"¿Qué esta pasando allá adentro? ¿Cómo está?" Preguntó el padre.
"Quedamos 14 niños de 33 papá. Tenemos miedo, hambre y sed. Cuando se cayó el edificio se hizo una cuña como un triángulo y nos salvó." "¡Sal hijo!" "¡No Papá! Deja que los otros niños salgan primero, porque yo sé que tu me sacarás. ¡Pase lo que pase, sé que estarás conmigo!

Recuerda siempre que ante cualquier situación tu y yo tenemos un padre que:
PASE LO QUE PASE SIEMPRE ESTARÁ CON NOSOTROS.


1 Pedro 5:7
"Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros".

Salmos 46:1
"Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones".

Isaías 43:2
"No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti".



La Mentira


"Yo tenia 16 años y estaba viviendo con mis padres en el Instituto que mi abuelo había fundado a 18 millas en las afueras de la ciudad de Durban, en Sudáfrica, en medio de plantaciones de azúcar.

Estábamos bien adentro del país y no teníamos vecinos, así que a mis dos hermanas y a mi siempre nos entusiasmaba el poder ir a la ciudad a visitar amigos o ir al cine.

Un día mi padre me pido que le llevara a la ciudad para atender una conferencia que duraba el día entero y yo salté a la oportunidad.

Como iba a la ciudad mi madre me dio una lista de cosas del supermercado que necesitaba y como iba a pasar todo el día en la ciudad, mi padre me pidió que me hiciera cargo de algunas cosas pendientes como llevar el auto al taller.

Cuando despedí a mi padre, él me dijo: -Nos vemos aquí a las 5 P.M. y volvemos a la casa juntos.-

Después de muy rápidamente completar todos los encargos, me fui hasta el cine más cercano. Me enfoqué tanto con la película, una película doble de John Wayne que me olvidé del tiempo. Eran las 5:30 P.M. cuando me acordé. Corrí al taller, conseguí el auto y me apuré hasta donde mi padre me estaba esperando. Eran casi las 6 P.M.

Él me preguntó con ansiedad: -¿Por qué llegas tarde?- Me sentía mal por eso y no le podía decir que estaba viendo una película de John Wayne. Entonces le dije que el auto no estaba listo y tuve que esperar. Esto lo dije sin saber que mi padre ya había llamado al taller.

Cuando se dio cuenta que había mentido, me dijo: -Algo no anda bien en la manera que te he criado que no te ha dado la confianza de decirme la verdad. Voy a reflexionar qué es lo que hice mal contigo. Voy a caminar las 18 millas a la casa y pensar sobre esto.-

Así que vestido con su traje y sus zapatos elegantes, empezó a caminar hasta la casa por caminos que ni estaban cementados ni iluminados. No lo podía dejar solo... Así que yo manejé 5 horas y media detrás de él... Viendo a mi padre sufrir la agonía de una mentira estúpida que yo había dicho.

Decidí desde ahí que nunca más iba a mentir.

Alguien le preguntó una vez al gran Aristóteles:

- "¿Qué se gana con la mentira?".
- "Que no te crean cuando dices la verdad" respondió el filósofo.




Salmos 119:29

"Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley".

Proverbios 13:5
"El justo aborrece la palabra de mentira;"

Salmos 32:2
"Bienaventurado el hombre a quien Dios no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño".

Salmos 34:13
"Guarda tu lengua del mal, Y tus labios de hablar engaño".

11.18.2007

Las cuatro velas



Las cuatro velas se quemaban lentamente. El ambiente estaba tan silencioso que se podía oír el dialogo que mantenían.

La primera dijo: Yo soy la paz!, sin embargo las personas no consiguen mantenerme. Creo que me voy a apagar; y disminuyendo su fuego rápidamente, se apago completamente.

Dijo la segunda: Yo soy la fe!, lamentablemente soy superflua. Las personas no quieren saber de mi. No tiene sentido permanecer encendida. Terminó de hablar, una brisa pasó suavemente sobre ella y se apagó rápidamente.

Triste, la tercera vela se manifestó: Yo soy el amor!, no tengo fuerzas para seguir encendida. Las personas me dejan a un lado y no comprenden la importancia de esto. Se olvidan hasta de aquellos qeu están muy cerca y los aman. Sin esperar más, se apagó derrepente.

Entró un niño y vio las tres velas apagadas.

Qué es esto?, ustedes deberían estar encendidas hasta final. Al decir esto comenzó a llorar.

Entonces la cuarta vela habló: No tengas miedo, mientras yo tenga fuego podremos encender las demás velas. Yo osy la esperanza!.

Con los ojos brillantes, agarró las vela que estaba encendida... y encendió las demás.

Que la esperanza nunca se apague dentro de nosotros!... y que cada uno de nosotros sepamos ser la herramienta que ese niño necesita para mantener la Esperanza, la Fe, la Paz y el Amor !!!